domingo, 29 de marzo de 2015

¿Porqué es importante el matrimonio ante Dios ?




A propósito de este séptimo aniversario de bodas que hoy celebro, les comparto un articulo relacionado a la decisión del matrimonio, con especial énfasis en aquello que la sociedad conoce como " matrimonio religioso" y " matrimonio civil" . Si estas soltero, esto te interesa; y si estas casado solo civil, esto te interesa el doble. Un articulo Revelador!!!

Empecemos haciendo los aclares necesarios para que esto sea digerible. Para los que no conocen o tienen alguna duda, tengo que explicar que cualquiera que se quiera casar por una iglesia cristiana ( hablo de esta, porque es la que conozco y en la que soy miembro) tiene que casarse primero ante las leyes civiles, no es al revés; no es que primero me caso " religioso" y luego el civil; la iglesia cristiana al igual que la iglesia tradicional ( entiéndase para efectos de este articulo como iglesia católica) exige como requisito para oficializar una boda que la pareja ya este debidamente casada por las leyes civiles.

Es que el hecho de ser iglesia o pertenecer a esta, no significa pasar por alto las normas civiles que rigen una sociedad, todo lo contrario; estamos doblemente llamados a cumplirlas y honrarlas.
Dicho esto, explicare porque estoy convencida de que el matrimonio religioso es sumamente importante en la vida de una familia.

Lamentablemente las costumbres han jugando un papel en contra en todo este tema del matrimonio religioso, la necesidad de hacer "la fiesta", el deseo medio escondido de un padre que "no quiere quedar mal" ante la familia, el corazoncillo de un madre que quiere ver realizado su propio sueño en el cuerpo de su hija o hijo y las novedades casi irresistibles que ofrece un mercado para atraer a ansiosos novios, ponen una valla bien alta hoy en día para realizar un matrimonio religioso. Finalmente todo esto confluye con una sola realidad..."no tenemos el dinero suficiente para realizar esa boda" y toda la ilusión termina con un frío comentario " hay que juntar la plata".

Pero ¡ Oh Sorpresa ! Siempre hay una salida bonita para todo, piensa la pareja, y cual foquito que se prende al lado de la cabeza de uno o del otro, surge la grandiosa idea " Y si nos casamos primero el civil y después el religioso, cosa que así hacemos algo sencillo, no gastamos tanto y luego ahorramos para casarnos el religioso así como queremos". 

Como todos están casi de acuerdo, es entonces cuando se cierran las revistas de vestidos de novia, de alquiler de carros, de fotos, paseos y las direcciones de local, de bufete y de iglesia quedan guardadas en algún lugar, y empieza el ajetreo por el civil, y como siempre en un civil se gasta menos que en un religioso, por lo menos en teoría;  entonces empieza el esmero por hacer lo mejor posible y salir bien parados del tema, para tener un  recuerdo bonito de ese día, la novia se compra un vestidito crema, la mamá prepara una comida en casa, se hacen las tarjetitas y hasta intercambian un aro como recuerdo de esa fecha tan importante. 

Lamentablemente las estadísticas son frías, y por ciencia y por experiencia tengo que decir que en la mayoría de casos, el ansiado matrimonio religioso termina tardando más tiempo de lo planificado o simplemente nunca llega. Y esto, por varias razones como:  vienen los hijos, pasó la fiebre del matrimonio, nunca falta que surge un problema inesperado, se empieza a ahorrar para el carro o la casa, y los ajetreos diarios y comunes de la vida misma, hacen que el matrimonio religioso vaya perdiendo prioridad hasta llegar casi al olvido.

Pero, volvamos al inicio de la existencia humana. Dios oficializa el primer matrimonio de la historia, no existía la municipalidad, ni el registro civil, ni tramites de ninguna clase; sino que la biblia dice que Dios presento y a Eva ante Adán " Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne" Gen. 2: 23-24
Notemos algo interesante aquí, el matrimonio civil nace por necesidad natural de las personas para poder mantener un orden en la sociedad, por temas patrimoniales de herencia y descendencia, lo cual quiere decir que esa es la función del matrimonio civil, garantizar tanto al hombre y a la mujer la estabilidad social que necesitan. Pero fúe Dios mismo quien  instauró el matrimonio y no cualquier matrimonio sino, el matrimonio ante el mismo. 

El matrimonio civil no tiene como función "bendecir a la familia" aunque puede ser usado por Dios para traer bendición a la familia a través de reconocerla como tal. Es el matrimonio religioso el que realmente bendice a la pareja y es justamente esa bendición que los matrimonios hoy se pierden todos los días. 

"A Dios le agrada el matrimonio civil, porque así puede " proteger a la familia" dentro de una sociedad, si una pareja no esta casada civilmente no tiene el respaldo que necesita para actividades sencillas y necesarias como comprar propiedades y dejar herencia."
Pero de ninguna manera este hecho puede reemplazar la importancia de la bendición que una pareja necesita, repito : ¡Necesita! No solo es que Dios quiera bendecir, que de hecho quiere, sino es que nosotros NECESITAMOS de esa bendición especial que solo se da en el matrimonio ante Dios.

Otro detalle muy importante y casi siempre olvidado, es el hecho de que no nos importa que legado dejemos a nuestros hijos. 
Un matrimonio ante Dios, les deja una herencia de bendición a ellos, un ejemplo a seguir, un recuerdo en una foto que ellos aún siendo pequeños anhelarán. Ahora claro, depende mucho de como construyas ese matrimonio, porque si ellos ven una foto linda de tu boda, pero esto no coincide con la realidad en que viven, que está llena de pleitos y desacuerdos, lo que probablemente digan es " yo nunca quiero casarme y menos religioso"; pero un matrimonio ante Dios es el primer gran paso que tienes que dar si de veras quieres dejar un legado importante a tu familia y un ejemplo a seguir.

Bien cabe a este punto recordar aquel versículo que dice: 


"Si el Señor no edifica la casa,
en vano trabajan los que la edifican;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vela la guardia". Sal.127:1


No nos engañemos, si no pones a Dios en primer lugar en tu matrimonio, hay una gran bendición que definitivamente no vas a recibir. 

No faltará alguien por ahí que piense.. "Pero yo conozco muchas personas que se han casado religioso y que igual se han separado". Tengo que decir que todas ellas han fracasado en su matrimonio no porque Dios lo haya querido, sino por sus propios errores y por su falta de temor a Dios en algún momento de su relación.

Estoy convencida que en el matrimonio religioso hay una bendición especial que Dios tiene reservada, pues El honra a quienes lo honran. Y una boda religiosa es una forma de honrar a Dios, no significa que con esto ya tengas el matrimonio resuelto para toda la vida, es como si tuvieras un cheque importante de dinero cuando te casas (esa es la bendición de Dios ) pero lo que tu hagas con ese dinero es responsabilidad tuya. La bendición de Dios al momento de casarte religioso la tienes, ya Dios te lo ha dado,  pero lo que tú hagas con esa bendición es también una responsabilidad tuya.


A este punto te daré unas pautas para que tu también puedas recibir de esa bendición especial.
  • No trates de cumplir todas las expectativas y olvida los estándares: Hay mucho consejo no pedido cuando uno planea un matrimonio ante Dios, todos quieren opinar, aconsejar y decir de como "tiene" que ser, porque todos tienen una expectativa; y si tu tratas de cumplir todas de ellas, lo más probable es que termines sin cumplir ninguna, incluso ni la tuya; que tendría que ser la más importante. No te fijes en los estándares que la sociedad te exige ahora, ya que la mayoría de cosas pasan por un tema comercial y de negocio, el estándar tiene que ser agradar a Dios.
  • No tengas miedo del dinero:  Aquí un punto duro de asimilar, tienes que entender que las grandes cosas siempre implican un riesgo. Empieza a creer en Dios simplemente, como un niño que escucha la promesa de su padre y la espera, obviamente hay un esfuerzo que tienes que realizar, pero si ya sabes que Dios mismo es el más interesado en bendecirte, entonces arriesga y ten confianza. Dios proveerá y no permitirá que tu fe sea avergonzada.
  • Pon una fecha y no la postergues:   Lamentablemente hay mucho de esto hoy en día, de poner una fecha y no cumplirla, y el matrimonio no es la excepción, tienes que poner una fecha, una fecha razonable, una fecha que Dios ponga en tu corazón, y si ya estas conviviendo, ten por seguro que Dios quiere que esa fecha sea lo antes posible, y no la postergues ni la cambies por nada. Mantén la bandera de tu fecha parada en fé y no la modifiques.
  • Haz algo original: Tu matrimonio puede ser el más bonito y no necesariamente el más caro, todo está en como lo presentes, con el corazón que lo hagas, créeme que a los invitados les agradaría más estar en un ambiente de amor y de unidad, que en un ambiente lujoso pero frío, todos disfrutarían ver la originalidad de tu boda aún cosas sencillas,  que lo aparatoso y hostigante que puede ser la extravagancia.

Finalmente, tengo que decirte que nunca es tarde para casarse religioso y arrebatar la bendición de Dios, nunca te sientas viejo o vieja para eso, nunca pierdas de vista ese sueño, no importa la condición en la que estés, con hijos o con nietos, no importa incluso si tu pareja no te anima para que se realice, como león que corre por su presa corre por tu bendición, no importa quien este de acuerdo o quien no, solo preocupare de agradar a Dios con tu fé y tu perseverancia. Quizá cueste tomar la decisión, pero el matrimonio al igual que todo en la vida ... es una decisión.

Hoy, hace 7 años me case civil y religioso; no eran las mejores condiciones, no hubo mucho dinero que gastar, no hubo luna de miel, quizá el ambiente familiar no era el óptimo, mi hijo mayor tenía 7 meses de nacido y yo lograba escuchar su llanto mientras se oficializaba la boda, pero que importa al final de esos detalles, si logré arrebatar la bendición a Dios, y por cada momento de preocupación que pude tener antes de la boda, Dios me ha devuelto tantas alegrías; por cada sol que gaste para casarme, Dios me ha devuelto salud y trabajo; por cada lagrima que quizá derrame en un momento, Dios me ha concedido llegar hasta aquí con una sonrisa amplia y con un corazón alegre.

Hoy veo mi familia y una vez más puedo decir: Dios es Fiel !!!


















1 comentario:

  1. Que interesante, un análisis realmente reflexivo, me case muy joven por el civil, y siempre tuve la esperanza de casarme por la Iglesia, por muchos detalles, por ejemplo el tan ansiado vestido blanco, los aros, por demostrar a mi suegra que yo fui la ganadora al llevarme a su hijo, por mis amigas, porque me llevaba al mas guapo del grupo, pero volviendo a nuestra realidad ambos éramos estudiantes no había lo "principal" el dinero, y se fue postergando, para navidad, para mi cumpleaños, para año nuevo, etc etc, pasaron años y no me case por la Iglesia y esa ilusión se quedo atenuada como el virus en el recuerdo de mis pasiones y en el verso de mi lira...pero un día le creí a Dios y le dije esto no pasara con mis hijos, y le pedí con tanto amor que me diera la dicha de verlas casadas por las leyes humanas y con la bendición de Dios. Porque cordón de tres dobleces no se rompe jamás. Y como siempre el oye nuestras oraciones vi a mis hijas subir al altar, con todos los detalles de una boda que solo Dios nos puede dar y no por el vestido ni los aros ni la fiesta mas bien con una fe profunda que con Dios todo es posible, no se imaginan como disfrute un 28 de Marzo y un 19 de Mayo, sentí el corazón comprimido, creo que si se salía de mi pecho no caber en esta tierra, como no agradecer a Dios si se que EL es el proveedor, como no creerle si he visto milagros de milagros, uf, mi querida Daly no alcanzaría ni el espacio para contarlo, esta publicación esta re buena, no hay matrimonio que se diluya si de verdad esta la presencia de Dios, te felicito por esta publicación. Bendiciones

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